Coherencia para el cambio de rumbo laboral
Siento que la palabra coherencia es una palabra que se impone. Me exige a mí misma observar lo que digo en relación a lo que hago, lo que siento versus lo que digo, lo que pienso versus cómo actúo. Me siento en falta de coherencia más a menudo de lo que querría y esa falta, muchas veces me grita. Hace unos años atrás sentí como una “grito” la falta de coherencia entre la vida que me gustaría y lo que estaba haciendo y ahí me cayó la ficha de la urgente necesidad de hacer un cambio de rumbo laboral.
Sentí una gran falta de coherencia entre mi Ser y mi Hacer. Pensaba e imaginaba una vida laboral alineada con mis prioridades, con las cosas que me importan, con la mujer que soy en esencia y me dí de cara con mi absoluta falta de acción en relación a ese cambio de rumbo laboral que necesitaba casi desesperadamente. Cuando ví esa falta de coherencia en mí, al fin me dije: “Tengo que ser coherente con lo que quiero y actuar en consecuencia, tengo que empezar ya a generar algún tipo de cambio”.
Coherencia para el largo plazo
Habitualmente pensaba en la coherencia como algo que me traía el día a día. Pero este proceso de cambio de rumbo laboral necesitaba una coherencia que miraba el mediano y largo plazo. Yo tenía claro que en esta etapa de mi vida, necesitaba un trabajo que:
- Me permitiera desplegar lo mejor de mí
- Que reflejara las cosas que me importan y que son prioritarias para mi
- Que atendiera las necesidades de esta etapa de mi vida
- Que me permitiera tener una vida plena y de bienestar
- Que me conecte con el hacer cotidiano
- Que potenciara mis fortalezas
- Que me desafiara en el desarrollo de nuevas habilidades necesarias
- Que me permitiera entregar lo que tengo para dar
Y ese trabajo no iba a llegar por arte de magia, nadie me lo iba a traer y empecé a transitar mi proceso hacia el cambio de forma intuitiva. Cuando me dí cuenta que nada ni nadie me traería ese trabajo que yo necesitaba (que aún no tenía idea cuál era), entendí que tenía que poner coherencia entre lo que quería y lo que hacía para conseguirlo. Y tenía que haber coherencia entre la Angelina que quería ser a través de ese nuevo trabajo y la Angelina que estaba siendo. Y entonces comenzó mi proceso de cambio de rumbo laboral.
La coherencia en el hacer
Mi camino hacia el cambio al principio lo hice de una manera muy sui generis pero después con formato de plan. Tenía claro que no sería de un día para el otro y fui atravesando distintas etapas, con el foco en lo que necesitaba y actuando en consecuencia. En mi caso, mi necesidad estaba atada al deseo imperioso de salir de la actividad que ya no sentía propia, alejada de mi ser, lejos del eje de mis necesidades, prioridades, estilo de vida, una carrera laboral gastada y con la había perdido toda conexión.
Al principio, la acción en pos de mi objetivo fue a los manotazos y yo iba haciendo todas las cosas que sentía me aportarían una luz sobre mí misma y sobre ese nuevo trabajo que no tenía idea cuál sería. Entonces pasé por distintas etapas:
- Listas de posibles carrera, cursos y capacitaciones
- Lectura de libros de autores que hablaran sobre el Cambio, sobre lo significativo del Trabajo, sobre la necesidad de conexión, sobre el Fluir, etc.etc.
- Análisis para atrás y para adelante de mi historial laboral
- Entender qué hay allá afuera como trabajo
- Evaluar opciones de trabajos a los que me encantaría acceder
- etc.etc.
A medida que pasaba el tiempo, fui filtrando información, encaminando mi búsqueda con pautas más concretas, mi proceso fue tomando forma. Yo siempre pensando en esa coherencia que buscaba para mi vida y sobre todo, teniendo en cuenta lo significativo que era este cambio de rumbo laboral para mí. En coherencia con eso:
- Invertí en una coach con quien hice parte del proceso de descubrimiento
- Invertí en formación y en un mentor para desarrollar patas del nuevo trabajo y negocio que eran nuevos para mi.
- Abrí la cabeza a habilidades del nuevo trabajo que no eran mi fuerte y que tenía que aprender
- Empecé a exponerme en cosas que para mí eran lejanas hasta ese momento
Coherencia entre quién quiero Ser y lo que empiezo a Hacer desde hoy.
Esa coherencia que buscaba y en la que me enfocaba, tenía aristas en el corto plazo, en la vida diaria y que me hacían estar atenta para no desviarme de mi objetivo y para ser coherente con lo que quería para mi vida:
- Usar parte de mi tiempo libre para prepararme para mi nueva trayecto
- Evitar estresarme en mi trabajo de aquel momento ya que mi foco estaba en otro lugar
- Ocuparme de mi salud, tratar de comer mejor, moverme más ya que es la vida que querría tener más adelante
- Desarrollar mi marca personal para empezar a sentar las bases de mi negocio
Coherencia en la vida diaria mirando el corto y el largo plazo, que es coherencia en el proceso de cambio de rumbo laboral.
Dicho de manera simple, se trata de tomar este proceso de cambio de rumbo laboral como un proyecto de vida que lo es!, y atar todo lo que empieces a hacer hoy de forma coherente con esa vida que quieres para tí en el mediano y largo plazo. Se trata de que lo que hagas en tu cotidianeidad esté en coherencia con ese cambio de rumbo laboral y la vida que traerá de la mano.
Hasta la próxima,
Angelina
PD: si estás pensando en cambiar tu carrera laboral y no sabes dónde está ese trabajo con el que sientas conexión, te invito a que me contactes, podremos agendar una sesión de exploración para evaluar cómo puedo acompañarte a transitar tu proceso hacia ese cambio que necesitas.
@angelinaferreri
