¿Elegiste tu carrera o te fue pasando?

Desde pequeñas hablamos de lo que seremos y lo que haremos cuando crezcamos. Muchas veces influenciadas por el trabajo o profesión de nuestros padres o de un referente cercano – yo iba a ser médica, como eran en aquel momento los médicos de mi ciudad del interior donde nací: personas interesantes, respetables, admiradas y prósperas. Otras, tal vez vinculaban su trabajo imaginario cuando adultas, a la etiqueta del “Eres tan buena haciendo esto”. Y otras definían su profesión futura según lo que les parecía divertido o solidario o amoroso o valiente o importante, en aquel momento.

A medida que transcurre la vida fuimos tomando caminos en relación a nuestra carrera laboral. Algunas veces a conciencia, otras a intuición pura, otras veces ¡por descarte!, algunas porque era una carrera o un puesto en auge y otras tantas ¡porque era la única opción que veíamos!. Muchas veces llegamos a un puesto o a un trabajo sin tener idea de cómo fue que llegamos … y ahí estamos, muchas veces poniendo nuestro tiempo, energía, cabeza, creatividad sin sentir la mínima conexión con eso que hacemos a diario.

La necesidad de cambiar el rumbo de tu vida laboral a veces la sientes como una avalancha o tal vez, lo sientes poco a poco, empiezas a percibir en tí de forma intermitente esa necesidad vital. En cualquier caso, el decirnos a nosotras mismas “Este trabajo ya no me gusta, quiero cambiar de carrera”, implica una dosis de valentía importante. Nos cuesta reconocerlo, verlo y sentirlo: “Este trabajo no es para mí, necesito trabajar en otra cosa”. Entonces TE FELICITO. Te felicito porque si estás aquí, tal vez es porque te estás permitiendo “sentir” en relación a ese aspecto de tu vida.

Dejar de ver tu trabajo como algo estático, inamovible, inmutable. Dejar la narrativa del “¡¿Cómo voy a cambiar ahora?!”. Embarcarse en el dinamismo de la vida. Entender la posibilidad de trabajar en lo que te devuelva sentido, en lo que te permita desplegarte y ser la mujer que te gustaría ser.
Este es el inicio del proceso, saber lo que ya no quieres para tu vida. Te animo a que nutras ese proceso. Que lo nutras re-pensándote, sintiendo lo que sí quieres para tu vida. ¿Cómo sería ese cambio de rumbo laboral? ¿Cómo sería ese nuevo camino? ¿Cómo sería esa vida expandiéndote profesionalmente y viviendo la vida como te gustaría?