Pienso en cambiar de carrera y siento miedo
Cuántas veces te has encontrado a ti misma fantaseando con un trabajo diferente, con un proyecto laboral diferente, con otra carrera, haciendo otras cosas, viviendo tu día a día de una manera distinta? Y así como fantaseas e imaginas esa idea, la apartas y la dejas en un rincón alejado de tu mente. Porque crees que no es momento para hacer ningún cambio, ni para pensar mucho en lo que te gustaría, porque crees que esa posibilidad es inabordable en este momento tu vida, porque piensas que implica un movimiento titánico para tí, porque ya no tienes edad para cambios, etc.etc.etc. Y ahí se queda tu idea, ahogada en tu necesidad vital de cambiar. Hasta que el malestar la trae de nuevo y empiezas a soñar, pensar e imaginar. Y de nuevo el miedo y te apartas de lo que sientes y necesitas. Y así el bucle.
El cambiar el rumbo de tu carrera laboral, es una virada que difícilmente se concrete de un mes para el otro, aunque te encantaría. Es un proceso que lleva tiempo, maduración, maceración mental y emocional. Como cualquier proceso, pasa por etapas, por fases y la primera necesariamente es internalizarla en tu cabeza, desde tu emoción. Madurar esta idea no es sobrepensarla ni enredarla en miles de “no” que te llevan a un bucle improductivo. Madurar tu idea es amigarte con ella, alimentarla.. Es sentarte a tomar un té con esa idea y “conversar” con ella. Es entender que no implica hacer algo YA, ni significa que tengas que anunciar ni comunicar ni salir a buscar nada ahora. Es apenas momento de acercamiento, aproximación a esa necesidad e idea de cambiar. Y eso lleva un tiempo interno que tienes que vivir y atravesar.
Ese tiempo interno, te dará claridad, te dará un norte, ordenará aquellas cosas que ya no quieres para tu vida y reforzará las que sí quieres. Verás que no se trata solamente de lo que no quieres HACER más, ni de lo que sí quieres HACER, sino de la mujer que quieres SER en tres?, cinco años?. Cómo te proyectas? Cómo te quisieras ver? Haciendo qué cosas? Viviéndote y sintiéndote de qué manera? Bajar a tierra todo esto es un proceso en sí, asimilarlo y disponerte internamente a sentir y entender que esa necesidad de cambiar merece un tiempo, un pienso, un sentir. Para qué? Para saber lo que la mujer que eres hoy quiere para esta y las próximas etapas de tu vida.
Estar presente en el AQUI Y AHORA, entendiendo y sintiendo lo que necesitas y estando atenta a que no hay nada que tengas que HACER YA. CALMA. Que el miedo por todos los “posibles no” en forma de alertas, no te paralicen ni te frenen. Ese miedo, constante, en este y en todos los cambios de la vida, los deseados y los impuestos, no tiene nada que hacer en esta fase: apenas estás madurando, entendiendo con la razón y la emoción lo que necesitas y quieres. Es eso, nada para HACER aún. Es momento para tu movimiento interno, para evaluar, reflexionar, imaginar, y proyectar. Ya vendrá el momento para desplegar la acción hacia el afuera. Pero ahora, no hay que salir corriendo a Hacer. Tu proceso hacia el cambio de tu rumbo laboral ya comenzó; tomate con calma y sin miedo esta etapa: habitar la idea de cambio, de eso se trata ahora.
Angelina .-